Análisis de la sociedad en Fahrenheit 451 de Ray Bradbury

  En la novela Fahrenheit 451(1953) del autor norteamericano Ray Bradbury se presenta una sociedad autoritaria, ya que la información que reciben de los medios es manipulada por el Estado para su propio beneficio, quemaban los libros para que no razonaran, no se cuestionaban lo que pasaba tenían una educación que no los dejaba pensar.
  En primer lugar, esta sociedad está muy influenciada por los medios, los cuales dan mucha información, la repiten todo el tiempo y la pasan muy rápido. También, si había algún problema que no se sabía, pasaban información falsa. Por ejemplo cuando están persiguiendo a Montag;  no lo encuentran y la gente se empieza a enojar. En ese momento pasan por las pantallas el asesinato de una persona inocente para que piensen que mataron a Montag. Todo esto genera que la gente viva en una felicidad falsa pensando que están informados.
  En segundo lugar, su educación está hecha para que los estudiantes no piensen y no razonen, ya que lo único que hacen es mirar películas y hacer deporte y no pueden hacer ninguna pregunta. Clarisse le comenta a Montag por qué no quiere ir a la escuela.
   "....No considero que sea sociable reunir a un grupo de gente y, después, no dejar que hable. Una hora de clase TV, una hora de baloncesto, de pelota base o de carreras, .....Pero ha de saber que nunca hacemos preguntas o, por lo menos, la mayoría no las hace; no hacen más que lanzarte las respuestas...." (pág. 39)
  Por lo tanto, se van a convertir en personas que van a repetir lo que le dicen y no lo van a procesar, debido a ésto van a ser una sociedad más fácil de manipular.
  En esta sociedad hay una especie de bomberos los cuales son el objeto de represalia del gobierno, los cuales quemaban los libros para que la gente no se acordara de la historia del país, tanto los conflictos como los territorios, y para que no pensaran Beaty le dice a Montag por qué queman los libros:
  "Entonces, todos son felices, porque no pueden establecerse diferencias ni comparaciones desfavorables. Un libro es un arma cargada en la casa de al lado. Quémelo. Quite el proyectil del arma. Domina la mente del hombre."
   Para finalizar, la sociedad es autoritaria ya que sólo permite un pensamiento único. esto pasa porque es la mejor manera de dominar, porque si no se discute van a estar todos en paz. La sociedad actual se relaciona con los medios de comunicación de la novela, ya que en la actualidad los medios manipulan la información para su propio beneficio.

"Los Otros"

“Los Otros”

  Me había quedado a dormir en lo de Lautaro con dos amigos más. Era una noche lluviosa y relampagueante, y hablábamos de chicas, juegos… Hasta que alguien mencionó a “los otros”. Lautaro empezó a contar que la casa de enfrente estaba deshabitada desde hacía muchos años, o era así hasta hacía poco. Un mes atrás, un día lluvioso como hoy, había llegado una familia que parecía normal: una mujer y un hombre que tenían mellizas de nueve años. Al día siguiente, Lautaro tocó a su puerta para conocerlos y presentarse, pero nadie respondió. Pensó que habían salido para comprar comida o cosas para la casa. Pero volvía a tocar la puerta día tras día y nadie contestaba. Hasta que un día, empezó a escuchar gritos y ruidos extraños.

   En ese momento, Lautaro detuvo su relato y nos preguntó si queríamos ir a la casa de “los otros” para ver qué había pasado con ellos, todos dijeron que sí. Sin embargo, yo estaba aterrorizado y les dije que no quería ir. Todos empezaron a burlarme, pero yo no fui.

  Se fueron para la casa sin el celular porque no lo querían mojar. Habían partido a las diez u once de la noche, no me acuerdo bien, y ya era la una de la mañana. No habían vuelto. Yo empecé a ponerme nervioso y empezó a faltarme el aire. Traté de calmarme, pero seguía pensando que los podrían haber raptado. Tomé coraje y fui a golpear la puerta de la casa. Salió un hombre que parecía de unos cuarenta o cincuenta años: no veía del todo bien porque había poca luz. Me disculpé por tocar la puerta tan tarde y luego le pregunté si había visto a mis amigos. Me dijo que no.

   Después me fui a casa con miedo y me tiré en la cama, pero no pude dormir. El sonido de los truenos era ensordecedor.

   Al otro día, ya había parado de llover. Hablé con mi madre de lo que había  pasado con mis amigos, pero ella me dijo que debía tratarse de un sueño, porque la casa de “los otros” seguía deshabitada. Quedé muy confundido, por lo tanto fui a la casa de Lautaro a preguntarle a la madre si había vuelto. Le conté lo que había pasado y me dijo que su hijo había desaparecido mucho antes de que yo naciera. Que se había ido con unos amigos a investigar una casa abandonada y nunca más había vuelto.

   Y hasta el día de hoy sigo sin saber qué pasó con mis amigos y con la casa de “los otros”.

FAMOSA ACTRIZ ENVUELTA EN UN ESCÁNDALO ANTES DE SU FUNCIÓN TEATRAL

LA INESPERADA NOCHE DE PENÉLOPE

  La actriz Penélope Gueler, reconocida por su espléndida cabellera y sus increíbles dotes para la actuación, se vio envuelta en un vergonzoso episodio que la dejará marcada para siempre. El famoso teatro Colón ubicado en Cerrito y Viamonte fue el marco de este inesperado hecho que dejó boquiabiertos a los transeúntes que deambulaban por allí. 

  El suceso ocurrió a las 8 de la noche del pasado miércoles, cuando estaba por empezar la obra. Allí, a la entrada del teatro, se encontraban todos los fotógrafos a la espera de la inminente llegada de la bella actriz.

  Cuando arribó, se bajó de su limusina como si fuese una princesa bajándose de su carrusel. Pero por desgracia no se esperaba el vil destino que se aproximaba.

  Al bajar de la limusina no se dio cuenta de que su espléndido vestido travieso había decidido no bajarse del auto con ella y quedarse agarrado a la puerta. Su atuendo se enganchó  y, cuando la cerró, se le fue el vestido y quedó desnuda a la vista de todos los fotógrafos. Ella, observando la embarazosa situación en la que estaba metida, se le habrá pasado por la cabeza que la mejor solución era salir corriendo. De repente, los fotógrafos empezaron a seguirla como si fuese su presa. La actriz estaba tan nerviosa que corrió tan rápido como pudo entre las calles Cerrito, Lavalle, Libertad... pasando entre manadas de autos furiosos. Corrió tan rápido que despistó a los fotógrafos y logró meterse en un pequeño restaurante.

  Allí, los clientes que en ese momento estaban en el lugar me relataron que  la actriz se metió en el baño después de dar un portazo y se escucharon los llantos desesperados de la diva. Esta situación se prolongó alrededor de veinte minutos hasta que un hombre del bar tocó la puerta del baño y le preguntó si quería que la llevase a su casa. Ella abrió la puerta con lentitud y muy agradecida aceptó la propuesta. Salieron sigilosamente. El hombre relató que la llevó hasta su casa, donde la actriz pudo cambiarse y descansar. También agregó que la actriz estaba más tranquila una vez en su casa.

  Luego charlé con un transeúnte que esperaba en la puerta del teatro para ver a algún famoso. Cuando vio a Penélope, se emocionó;  pero nunca se hubiese imaginado verla como Dios la trajo al mundo. Después dijo que había visto a todos los fotógrafos persiguiéndola pero que él se quedó esperando a otros famosos.

Penèlope bajando de su limusina en la entrada del
teatro Colón